Enseñanza de la escritura: ¿mayúsculas, imprenta o cursiva?
¿Cuál es el mejor orden para aprender a escribir?
Cuando acompañamos el proceso de aprendizaje de la escritura y la lectura, como maestros o padres, es normal preguntarse en qué orden enseñar las distintas tipografías. ¿Es mejor pasar de la mayúscula a la minúscula en imprenta? ¿O de la mayúscula a la minúscula cursiva (ligada)? ¿Sigue siendo relevante enseñar la letra cursiva en la actualidad?
En este artículo, exploraremos las diferentes tipografías: mayúsculas, letra de imprenta y letra cursiva o ligada. Además, presentaremos nuestra perspectiva, que coincide en parte con la pedagogía Waldorf, sobre la secuencia más adecuada para enseñarlas.
Letra mayúscula
En el primer año escolar, alrededor de los 6 años, la introducción a la escritura comienza con las letras mayúsculas. Estas se pueden presentar a los niños y niñas a través de imágenes y relatos, lo que permite un aprendizaje vivencial y significativo.
En nuestras guías, cada letra se asocia con un dibujo hecho por el propio niño, fomentando el sentido artístico y la conexión emocional con el proceso de aprendizaje. Este enfoque va más allá del proceso mecánico de escribir y ayuda a interiorizar el significado y la forma de cada letra.
Beneficios de comenzar con letras mayúsculas:
Son fáciles de formar debido a sus trazos simples del cielo a la tierra y de izquierda a derecha.
Se adaptan al desarrollo motor de los niños pequeños, quienes aún están afinando sus habilidades motoras finas.
Permiten un primer acercamiento natural a la escritura sin una exigencia motriz compleja.
Letra de imprenta (minúscula)
Hacia finales del primer año escolar o principios del segundo, los niños suelen estar listos para transicionar a la letra de imprenta minúscula.
La introducción de las minúsculas ayuda a los niños y niñas a comprender mejor la separación de oraciones y la estructura de los textos escritos. Para facilitar la separación de palabras, tanto en las mayúsculas como en la minúscula, se puede utilizar la estrellita, que ponemos entre cada palabra para que el niño/a vaya acostumbrándose a dejar una separación entre ellas. Al mismo tiempo, la letra minúscula favorece la lectura y la identificación de letras en el material impreso que encuentran en su entorno.
Beneficios de la letra de imprenta:
Facilita la comprensión de la separación de frases en los textos porque así se integra que al inicio de una frase hay una mayúscula.
Aumenta la legibilidad y el reconocimiento de las letras en textos impresos.
Establece una base sólida para la lectura y la escritura.
Letra cursiva (ligada)
La escritura cursiva ha sido tradicionalmente parte del currículo escolar en España, mientras que en muchos países angloparlantes ha ido desapareciendo de la enseñanza formal.
Cuando se introduce después de la letra de imprenta, la cursiva se presenta como una forma de unir las letras dentro de una palabra, favoreciendo la fluidez y la continuidad del trazo. Históricamente, en las escuelas tradicionales, se enseñaba la cursiva directamente después de las mayúsculas, sin pasar por la imprenta. La letra minúscula en imprenta se utilizaba principalmente para el reconocimiento de textos impresos, mientras que la cursiva se trabajaba como el principal modelo de escritura.
En las escuelas Waldorf, el enfoque es diferente. Siguiendo un desarrollo progresivo de la motricidad fina, se introducen primero las mayúsculas en el primer curso, luego las minúsculas en imprenta en el segundo, y finalmente, en el tercer curso, la transición completa a la cursiva. Además, desde esta perspectiva, la pedagogía Waldorf afirma que la escritura ligada no solo mejora la fluidez del trazo, sino que también estimula áreas cerebrales relacionadas con la memoria y el lenguaje.
Nuestro enfoque
Nuestra aproximación, sin embargo, difiere ligeramente de ambos enfoques. Tras observar durante años cómo los niños y niñas interiorizan el proceso de escritura, hemos optado por dar a la cursiva un papel más secundario. En nuestra experiencia, la escritura minúscula se afianza mejor a través de la práctica con la letra de imprenta.
Cuando el niño o la niña ha consolidado el trazo de las letras en imprenta y, sobre todo, si muestra interés, introducimos la cursiva como una tipografía adicional. El objetivo no es que la adopte como su principal forma de escritura, sino que la reconozca y la pueda utilizar cuando lo desee. Como alternativa para reforzar la correcta separación de palabras—uno de los beneficios tradicionales de la cursiva—utilizamos la estrella entre cada palabra hasta que el niño o la niña interioriza esta práctica de manera natural.
Consideraciones finales
En definitiva, no hay una única manera de enseñar a escribir, sino diferentes enfoques que pueden adaptarse a las necesidades y ritmos de cada niño. La secuencia que seguimos (de mayúsculas a imprenta y, en menor medida, a la cursiva) busca respetar el desarrollo natural de la motricidad fina y la comprensión de la escritura. Más allá de la tipografía utilizada, lo más importante es que el aprendizaje sea significativo, progresivo y, sobre todo, disfrutable para el niño o la niña.
¿Quieres acompañar a tu hijo/a en el aprendizaje de la escritura? Hemos preparado una guía paso a paso para inciar el proceso de lectoescritura para acompañar al niño/a a lo largo del primer curso escolar.
Actualmente, estamos preparando la guía de la época de Letras correspondiente al segundo curso que tendremos lista en verano de 2025.
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