La época de Conocimientos
Cómo dar un enfoque práctico y consciente para explorar el mundo interior y exterior en cada etapa.
En nuestro último post, explicamos cómo organizamos los aprendizajes a partir de épocas. Si te lo perdiste puedes leerlo aquí: ⬇
En él contábamos que cada época gira en torno a una temática: letras, números y conocimientos. Las épocas de letras y números son más intuitivas y, de hecho, en este artículo tratamos sobre el mejor momento de iniciar el proceso de lectoescritura. Pero, ¿en qué consiste la época de Conocimientos? ¿Cómo abordamos este bloque que abarca temas tan diversos? Te lo contamos a continuación.
¿Qué es la época de Conocimientos?
La época de Conocimientos es el nombre que damos a la época que se centra en explorar nuestro mundo interior y el mundo que nos rodea. Bajo este paraguas tan genérico, ¿cómo enfocamos estos conocimientos que abarcan un abanico tan grande de temas?
Para nosotros, cuando tratamos todo estos temas tan diversos, tiene sentido crear un espacio de aprendizaje que invite a la exploración a través de experiencias directas y prácticas. Este aprendizaje procuramos que se mantenga conectado con la realidad, con una estructura lo suficientemente abierta para ser retomada en el futuro, a la vez que concreta, para que los niños puedan interiorizarlo y llevarlo a su experiencia personal.
En definitiva, la idea es ofrecer a los niños conocimientos diversos que sean necesarios para su desarrollo, tanto intelectual como emocional. Estos conocimientos son potencialmente practicables y están diseñados para apoyar al niño/a, centrándose en los detalles hasta el punto en que su madurez y personalidad lo permitan, aunque sin sobrecargar su mente con exceso de vocabulario o conceptos abstractos.
¿Qué temas se tratan?
El planteamiento de los temas es una confluencia entre los intereses del niño o niña, la disponibilidad de recursos de la familia y el contexto. Podemos aprovechar sus intereses naturales para profundizar hasta donde su madurez lo permita, al tiempo que detectamos las necesidades de aprendizaje propias de cada niño o niña.
También ajustamos los temas según el grado de autonomía de los niños. Cuando son pequeños, priorizamos el juego, el dibujo libre, las narraciones y las canciones. A medida que crecen, introducimos explicaciones más concretas, observaciones directas y sesiones de dibujo orientadas. En etapas más avanzadas, podemos fomentar que consulten fuentes de información y formulen sus propias preguntas.
Los primeros años
La educación infantil en la pedagogía Waldorf (desde los 0 a los 7 años) está conectada con una conciencia activa de las estaciones, por eso el día a día está estrechamente ligado al ritmo de las épocas del año. Tener este enfoque es muy útil, ya que el cambio de estaciones es algo que los niños pueden experimentar de forma directa y les ayuda a percibir el paso del tiempo. Lo podemos acompañar con canciones del momento del año, cuentos y celebrando las fiestas de cada época.
De los 7 a los 9 años
Si partimos de esta mirada que nos ofrece la pedagogía Waldorf, nos damos cuenta que podemos ir del conjunto a las partes. Empezamos poniendo el foco sobre los fenómenos en la medida en que pueden ser experimentados por la observación directa o incluso por descripción (por parte del adulto). A partir de los 7 años, podemos entender mejor cómo las plantas y los animales interactúan entre ellos. Más adelante, en el transcurso de la adolescencia, el enfoque analítico y holístico contribuye a la comprensión más profunda de los procesos vitales.
Por lo tanto, en los primeros cursos trabajamos las plantas y su relación con el todo, entendiendo la importancia del ciclo de las plantas en los procesos de horticultura, por ejemplo, con la siembra, la germinación, el cuidado de la planta y la recolección. Cuando ponemos el foco en los animales, podemos dar énfasis a los procesos de transformación, como el renacuajo que se convierte en rana.
En la pedagogía Waldorf, a estas edades, se otorga gran importancia a los cuentos de hadas, los cuales presentan múltiples transformaciones, tales como la rana que se convierte en príncipe. Además, sostiene que los niños, hasta los 8 o 9 años de edad se relacionan con los acontecimientos históricos de una manera mítica y no cronológica. Por eso, se les ofrece imágenes arquetípicas de relaciones humanas y caminos de la vida, a la vez que se familiarizan con las relaciones sociales de culturas más antiguas, con reyes y reinas, caballeros, campesinos. De acuerdo con este método, las historias de seres -gnomos, hadas y duendes- que se encuentran estrechamente vinculados con la naturaleza, constituyen las bases para construir su propio conocimiento en las relaciones entre el mundo vegetal y animal y uno mismo.
Por eso, en estos primeros años nosotros también incluimos una introspección del cuerpo que va de fuera hacia dentro, desde la conciencia de un todo hacia las diferentes partes, que va desde lo más físico como los sistemas y los órganos hasta lo más sutil —como las sensaciones y emociones.
A partir de los 9 años
A partir de los 9 años, podemos ir desarrollando una relación emocional con los procesos naturales, ya no desde la fantasía, sino desde un lugar más analítico: no únicamente desde la observación científica, sino también desde un sentido artístico, con la recitación de poemas, canciones y a través del dibujo. En esta misma línea, pueden empezar a observar las imágenes históricas que ellos recogen del estudio de su entorno local y les ofrecen un primer sentido del tiempo histórico.
Entrando ya en la adolescencia, se despierta el pensamiento que puede empezar a plantearse grandes temas de identidad y significado: ¿quién soy yo?, ¿qué hago yo aquí?, ¿para qué es la vida? Por eso, las épocas de conocimientos pueden ayudarlos en el descubrimiento de sí mismos y en su comprensión del mundo. Al final, en todas las edades el objetivo no es desplegar una gran multitud de conceptos, sino adaptar esos conocimientos a lo que los niños y niñas necesitan a cada momento.
Si te ha gustado…
Si necesitas ayuda para estructurar los conocimientos que abordar, hemos elaborado una guía para el primer curso. En ella encontrarás una descripción detallada de cada sesión, con materiales sugeridos y un enfoque respetuoso con el ritmo de aprendizaje de los niños. Haz clic en la imagen para saber más.
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